martes, 3 de enero de 2017

Dosis de realismo

Humberto Cebada Echeverría

Nota Informativa de Energía Hoy
Santiago Barcon Palomar
29 de diciembre, 2016




No hay nada más difícil que enfrentar la realidad tal y como es pero, por desgracia, es la única forma de lograr un verdadero cambio y mejorar.

Jack Welch, el mítico Presidente de General Electric, elaboró 10 mandamientos de administración pero creo que son más de filosofía de vida. Uno de ellos es: “Enfrenta la realidad como es, no como fue o quisieses fuera”. En pocas palabras realismo puro y duro.

Faltan unos cuantos días para que Donald Trump asuma el poder lo que es tan sólo un parpadeo en el transcurso de la historia. Para alguien que destapó botellas plenas de veneno, y las sirvió en copas rebosantes en donde asistió, va a enfrentarse a un duro despertar que vaticino, dada su personalidad, será muy duro de asimilar. 

Recientemente, en la planta del fabricante de aire acondicionado Carrier en Indiana, se pavoneaba que las empresas que trasladen sus operaciones fuera de Estados Unidos pagarán las consecuencias, lo cual no tengo la menor duda: perderán competitividad y por ende ventas lo que les obligará a ajustar sus plantillas. No nos engañemos, menos de un 5% de los estadounidenses pagará más por ser “Made in USA”; ya lo vivimos cuando Toyota puso al borde de la quiebra, hace 25 años, a los tres grandes fabricantes estadounidenses. Baste recordar que GM llegó a poseer el 50% del mercado cifra que no llega ni a la mitad actualmente.

Pocos mencionan el que para lograr cambios como el cierre de la Oficina de Protección al Ambiente, EPA por su acrónimo en inglés, requiere de un 60% de los votos del Senado lo que implica que todos los republicanos voten en masa, sumando 52%, y que más del 15 % de los demócratas se unan a esta decisión. Creo que la realidad superará las intenciones del Sr. Trump. Esto obviando que la Suprema Corte determinó, hace ya 10 años, la responsabilidad de la EPA de regular las emisiones de CO2; si en México estamos empezando a vivir la división de poderes en la tierra del Tío Sam resulta una realidad cotidiana.

Por supuesto ya nadie menciona que hace sólo siete años, antes de la cumbre de Copenhague, firmó una carta junto con otros estadounidenses dirigida al Sr. Obama en la que indicaba claramente que las energía renovables: “impulsarán el crecimiento económico, crearán nuevos empleos energéticos e incrementarán la seguridad energética”. Esta misma misiva termina señalando que: “Si no actuamos de inmediato, es científicamente irrefutable que tendremos consecuencias catastróficas e irreversibles para la humanidad y nuestro planeta”. Tarde o temprano, conforme se agote su capital político, estas dosis de realidad lo alcanzarán o, conociendo su personalidad de veleta, volverá a apoyar.

Aquí está el quid del asunto: sabemos que acontecerá pero no cuándo. Por ello nosotros tenemos que recetarnos dosis triples de realismo que nos permitan llegar a feliz término los primeros meses, o años, que durará el vendaval en lo que la realidad lo alcanza.

¿Qué hacer? En primer lugar tener un árbol de decisiones. Me sorprende que se critica al gobierno mexicano por no tener un plan B, de hecho me espantaría el que lo hubiese ya que casi con certeza fuese inútil: la realidad es tan compleja que intentar acotarla resultará contraproducente; por ello un escenario que contemple múltiples opciones resulta la única opción y también la más segura dada la flexibilidad que otorga. Por supuesto la más compleja, y que demanda de una mayor capacidad intelectual y de abstracción, pero la única que nos protege realmente al escudriñar los diferentes escenarios plausibles. 

Sigamos con lo que se ha dicho hasta la saciedad pero que no hacemos: favorecer el mercado interno. Todos podemos hacerlo y en lugar de regalar un producto estadounidense, aunque se hecho en China como Apple, tenemos la opción de obsequiar sesiones de canto, masajes o miles de alternativas. Como pueden ver en la foto del perfil padezco alopecia o, más coloquialmente, soy pelón. Esto no implica que no vaya a la peluquería, por supuesto no estos nuevos Barber Shops que han crecido sino a “El Toluco” en la colonia Escandón –en la Ciudad de México– donde por 55 pesos lo llevan a cabo. Si redondeamos a 10 veces por año derramo unos 700 pesos que ayudan en algo a cubrir los costos y a generar empleos legales. Cuando lo menciono sólo causa risas pero estoy convencido del modelo.

Las autoridades, por su parte, tienen una enorme labor en disminuir la enorme estructura burocrática que sofoca al país: es la labor más importante. Por lo menos 40% de los puestos son redundantes y, peor aún, entorpecen la marcha de la economía. La solución de Maquío Clouthier, que consistía en darles cinco años de sueldo y que se fueran, desgraciadamente no es realista no por el costo económico sino porque se enquistarían en otra área estatal o en empresas subsidiarias. Pero existen mecanismos de llevarlo a cabo como por ejemplo el permitir que las personas decidan si quieren ser atendidas por el IMSS o por otra institución. O ya bien que sus ahorros vayan al Infonavit o a una empresa que compita en construcción de vivienda popular. Sé que es mucho pedir pero de otra forma continuaremos en el círculo vicioso que nos encontramos y del que no veo el fin.

Ya en nuestro sector energético enfocarnos a seguir derribando barreras, que aún quedan muchas, y a vigilar, debería quizás decir mimar, la Reforma Energética. Como un niño recién nacido requiere de todas las atenciones que podamos brindarle y no debemos de escatimar esfuerzos. También pensar en el largo plazo y ver si podemos aprovecharnos de las promesas de campaña de Trump: si el va por combustibles fósiles nosotros a apostar aún más por renovables. Al final la transición energética sucederá tarde o temprano y creo que antes de lo que nos imaginamos.
Sí, ya sé que resulta más agradable, y demanda menos disciplina, minimizar los problemas pero las consecuencias pueden resultar realmente dañinas así que vamos a actuar. Ayer ya es tarde.



Humberto Cebada Echeverría

No hay comentarios.:

Publicar un comentario